Milford sound y sus rincones
Navegando entre fiordos por Nueva Zelanda
Cuando viajas a Nueva Zelanda desde Europa, normalmente aterrizas en Auckland, en la isla norte. En cuanto llegas, ya percibes y te maravillas con el cambio del paisaje, pero también enseguida oyes mucho eso de: “¡Pues ya verás cuando bajes a la isla sur! ”.
La isla sur es una de las más grandes del mundo y es famosa por ser la más “salvaje”, en la que más contrastes naturales puedes ver y más variedad de vida marina de todo Nueva Zelanda. También es conocida por sus parques nacionales como el parque nacional Abel Tasman o el de Fiordland.
Así que, intrigados y con ansias de ver fiordos y fauna marina, bajamos al sur relativamente rápido, y no nos arrepentimos. En cuanto llegamos, el concepto de “tierra salvaje” con el que veníamos de Europa acerca de Nueva Zelanda se hizo realidad. Sólo de la isla sur se podrían escribir cientos de libros, y cada uno sería tan diferente e interesante como el anterior. Nosotros, por ahora, nos vamos a centrar en escribir acerca de la “joya de la corona” de esta región, Milford Sound.
Milford sound o Piopiotahi en maorí
Piopiotahi forma parte del Fiordland National Park y está al suroeste de la isla sur. Este parque está dentro de Te Wahiponamu, zona declarada patrimonio de la humanidad que se jacta de ser llamada la octava maravilla del mundo. Es el sitio más visitado de la isla sur, a pesar de no ser muy accesible desde las grandes ciudades.
Cómo llegar y la importancia de tener un vehículo privado
La mayoría de los turistas acceden a este parque desde Queenstown. Esta ciudad es muy popular y hay muchísimas empresas que te ofrecen transporte y excursión al fiordo en el mismo día. Otra opción es ir desde Te Anau, última ciudad antes de llegar a Milford. Desde Queenstown se tardan casi 4 horas en llegar en autobús y desde Te Anau poco más de hora y media. Todo esto sin paradas largas, aunque por lo que hemos leído, en algunos vas con un guía que te va explicando cosas de la zona durante el trayecto para hacértelo más ameno. Mencionamos lo de las paradas en el trayecto porque el camino desde Te Anau a Milford es tan bonito como el fiordo en sí, ya que vas conduciendo al lado de las cascadas que vienen directamente de los glaciares.
Nosotros decidimos madrugar y parar en cada parada señalizada y, en nuestra opinión, es la mejor manera de disfrutar de la tierra de los Fiordos al 100%. En ningún sitio del mundo habíamos visto antes aguas celestes tan claras y un paisaje tan imponente a tu alrededor.
También hay que decir que tuvimos muchísima suerte con el tiempo. En Fiordland llueve el 80% de los días del año (¡así está todo tan verde!) y el día que elegimos hacia un sol radiante.
Por el camino y una vez llegas a Milford hay un montón de rutas que puedes hacer. Está la famosa Milford sound track, uno de los Great walks más famosos del país, que dura entre 3-5 días o rutas de intensidad media como la Key summit track que las haces en un día. Pero para nosotros esta vez lo mejor no lo vivimos a pie, sino por mar.
Nota para los curiosos: ¿cuál es la diferencia entre ría y fiordo?
Antes de nada, una pequeña aclaración que nosotros desconocíamos antes de hacer el crucero: la diferencia entre sound o ría en español y fiordo.
Una ría es el resultado de un valle excavado por un río y luego inundado por el mar. Un fiordo, sin embargo, es un valle excavado por un glaciar y luego inundado por el mar. Esta diferencia en el origen de Milford fue pasada por alto cuando fue descubierto, pero más tarde los noruegos descubrieron la forma en “U” característica del derretimiento de los glaciares (y no la forma en “V” que formaría una ría). A pesar de esta importante diferencia el nombre no se cambió, pero si quieres ser preciso tendrías que llamarlo el fiordo de Milford.
Crucero por Milford
Y ahora dejando geografía a un lado, volvemos al tema crucero. Es difícil elegir entre la cantidad de compañías que te ofrecen recorrerte las aguas del fiordo. En nuestro caso, elegimos el crucero más largo para tener tiempo suficiente para parar a ver las cascadas y los animales. Todo lo que escribamos se quedará corto, simplemente decir que esta experiencia fue única. Navegamos con focas jugando a nuestro lado y tostandose al sol y nos vinieron a visitar dos grupos de delfines que nos acompañaron durante varios minutos.
Terminamos la excursión en un observatorio marino que está construido al borde del fiordo, el Discovery Center. Las aguas de Milford son muy oscuras y frías y esto hace que, flora y fauna que normalmente habita en las profundidades, la puedas ver a escasos metros de la superficie. El observatorio está a 9 metros y vimos el coral negro (que de hecho es blanco), estrellas de mar y un montón de peces.
Y para terminar, dejamos algunos consejillos para aquellos que tengan pensado por si venir aquí.
Consejos viajeros: Si tienes pensado venir a Milford Sound...
- Transporte privado si es posible por lo comentado anteriormente.
- Saber que la última gasolinera está en Te Anau, asique repostar antes!
- Reservar las cabañas con mucha antelación si se hace el milford sound track. Si no, saber que campings baratos desde Te Anau hay pocos y los que están, dan bastante pena (pagas 13NZD por baños que dejan mucho que desear).
- Último sitio con ducha es Knob’s flat. Camping a casi una hora de Milford en el que pagas 20NZD por persona.
- No hay cobertura de teléfono en todo el camino asique no dependas del móvil para reservar cosas.
- Mira el tiempo antes de reservar el crucero.
- Tomate suficiente tiempo para mirar las opciones de cruceros ya que, por ejemplo el Discovery Center estaba incluido en el precio en algunas compañías y en otras no.
- Llévate chubasquero aunque haga sol.